Había una vez una historia mal contada donde a penas se entendía que existía un personaje principal. Y de eso se trata este post.

El era viejo y mal encarado y como todo viejo era menos preciado. Llegó una tarde, su ultima tarde en la que, todos sus conocidos ya hartos de verle añoraban con ansias su fin.
Dieron las 00:00 horas, era el día 31 le dejaron en la mitad de la calle, lo patearon, le echaron gasolina e, inmediatamente, un cerillo cayo sobre el.

La hoguera se prendió, crepitante, mientras todos miraban a lo lejos, le lanzaban explosivos y de fondo se escucha la voz de siempre anunciando las buenas cosas que vendrán después de la muerte del "viejo."